Son muchas las empresas que están empezando a apostar por el gas natural como energía para una transición sostenible, además del impulso de las energías renovables, que tiene sus ventajas e inconvenientes la eficiencia energética y la economía circular. Sin embargo, también existe otro tipo de gas que debe tenerse en cuenta, y este es el gas propano. La principal diferencia de este con el gas natural, reside en el precio. Mientras que el del gas propano va variando dependiendo del tipo de suministro y de la empresa distribuidora, el gas natural tiene un precio más barato. Pero este también dependerá de la tarifa contratada por el cliente y los descuentos que aplique cada comercializadora de gas. Los precios de estos suministros pueden variar a lo largo de todo el año, por lo que el cliente tiene que intentar buscar las mejores ofertas para conseguir ahorrarse su factura de gas.
El gas propano pertenece a los gases licuados del petróleo, caracterizados por no tener olor, ser fácilmente licuables y poder resistir a temperaturas extremas. Este suministro es mucho menos contaminante que el gasoil, y también más efectivo económicamente que la electricidad, tan solo superado por el gas natural en lo que a precio se refiere. El propano es un suministro muy utilizado en aquellas zonas donde el gas natural no está todavía disponible. Sin embargo, cada uno de ellos tiene unas características que el consumidor debe comparar para ver cuál es el más adecuado de los dos para su consumo. El gas natural también tiene una variante, y es el vehicular, un carburante alternativo que es bastante adecuado para el transporte. Existen dos tipos de gas natural vehicular: el primero, el comprimido, que se almacena a altas presiones y se usa en vehículos ligeros y ciertos vehículos pesados. El segundo, es el gas natural licuado, que se encuentra en estado líquido a -161ºC, y se utiliza en el transporte pesado, porque proporciona mayor autonomía. Con respecto a la cuestión medioambiental, el gas natural mejora considerablemente la calidad del aire en las ciudades. Se ha comprobado que reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno hasta en un 85%, eliminando el 96% de las emisiones de partículas sólidas, y además contribuye a conseguir los objetivos de emisiones de CO2. Todo esto es gracias a que se reducen las emisiones hasta en un 25% con respecto a los combustibles tradicionales. Por ello, los vehículos de gas disponen de la etiqueta ECO, que otorga la Dirección General de Tráfico (DGT) y que les exime de restricciones de circulación en las ciudades. Esto, sin duda, es una gran ventaja que muchos usuarios no suelen dudar en aprovechar, pues todo lo que suponga un ahorro siempre es bienvenido.
En lo que respecta al futuro del gas natural, los mercados del mismo han intentado subir durante la sesión producida en Estados Unidos el pasado lunes, al verse cierta presión en los primeros compases. Sin embargo, posteriormente el mercado ha caído a plomo hacia la media móvil exponencial a 50 días, lo que representa un indicador bastante importante. Además, han rellenado un diferencial que estaba por debajo, llegando a los 2,80 dólares según el pronóstico de los últimos días. Una vez se haya completado el proceso, los cazadores de valor comenzarán a intentar entrar en el mercado para aprovechar el bajo precio del gas natural. Aunque es posible que el mercado se mueva de forma errática, esta época del año es normalmente alcista para el gas natural, por lo que resulta una tarea bastante complicada el venderlo, por lo menos para algunas personas. A pesar de ello, puede que sea solo cuestión de tiempo que los compradores vayan volviendo de nuevo al mercado.
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